¿Orgullo o indiferencia?
El Premio Nobel de Literatura del 2010, galardón ansiado por muchos literatos a nivel mundial, fue finalmente concedido por la Academia Sueca al arequipeño Mario Vargas Llosa. Y es que era el único premio que le faltaba al autor de La ciudad y los Perros.
El escritor, muy reconocido en el mundo, tiene sobrados méritos para obtener dicho galardón. Es destacable la calidad de muchas de sus novelas, concerniente al manejo magistral de las estructuras narrativas y al conocimiento profundo de las técnicas de la novela contemporánea.
Muchos estudiantes, trabajadores, profesionales y escritores peruanos que tuvieron la oportunidad de leer una o algunas obras de Vargas Llosa, han sentido enorme orgullo al saber de esta noticia difundida desde Estocolmo.
Los medios de comunicación acapararon portadas, pantallas televisivas, pantallas digitales y micrófonos al cubrir dicha información. Destacando el merecido premio gracias a la denodada entrega e inspiración para aquellas obras, muchas de ellas magistrales.
¿Pero este premio fue dedicado al Perú por el escritor? ¿Pensó en ese momento en el Perú? En el diario “El País” MVLL concedió una entrevista, a los pocos días de su premiación, en él, agradece a España por haberlo acogido, apoyado y de alguna manera emerge un gran orgullo el tener la nacionalidad española, por tanto le dedica el galardón.
Ese orgullo inmenso del escritor españolizado ¿Acaso no es un desprecio hacia la raza e idiosincrasia peruana? En “La Razón” de La Paz su artículo "Razas, botas y nacionalismo", que no ahorra artillería para acribillar al indio Evo Morales, Presidente elegido en Bolivia por voluntad popular ¿Y los peruanos no somos un país pluricultural y tenemos mucho de indio?
¿Las obras de Vargas Llosa acaso no son para una cierta élite? Son conocidas en la capital limeña y algunas ciudades principales del Perú. Sus obras pueden ser adquiridas sólo por personas con capacidad económica y de cierto nivel intelectual. Pero en la mayoría de lugares donde aún no se ha encontrado soluciones para combatir la pobreza y extrema pobreza ¿Sabrán siquiera si existe un “Premio Nobel de Literatura”? Qué interés e implicancia puede tener este laurel para aquellos que sólo en sus cerebros ronda día y noche las palabras “comida, trabajo y techo”.
Apropiado reconocimiento al escritor, no hay duda. He leído alguna de sus obras y realmente calaron en mí y, seguramente en muchos lectores, pero no nos ceguemos con tanta publicidad y demos la espalda a una realidad brutal.
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